Pues sí que va a ser verdad que, como me dijeron recientemente, uno de mis mayores defectos es la pereza. Ha sido precisamente por la pereza por lo que no he actualizado antes. Más de mes y medio sin escribir nada por aquí. Bastantes cosas han pasado desde entonces. Lo más destacado, sin duda: Malta.
Me traje muchos recuerdos de esa isla tan pequeña, donde hubo momentos para todo: aventuras, excursiones, idiomas, risas, algún bajón (pero poquitos), momentos surrealistas, gente genial y, sobretodo, mucha mucha fiesta cada noche. Aviso para los padres: nunca mandéis a vuestros hijos a Malta, aquello es un desmadre. Y si lo hacéis, vuestros hijos os lo agradecerán eternamente (por la misma razón).

Si algo me ha impulsado actualizar de una puñet*** vez es la barrera psicológica de la que habla el título del post. ¿Qué barrera? Pues resulta que justo hoy falta exactamente un mes para que parta para Italia, y sólo con billete de vuelta. Es una tontería porque hoy tan sólo falta un día menos que ayer para irme, pero ya no falta un mes y pico, ahora sólo falta un mes. Y ya es definitivo, ya están comprados los billetes: el jueves 27 de septiembre a primera hora de la mañana os dejo a todos.

Y sí, ya empezó la Liga. Ha sido una primera jornada dura. Sobre todo si eres un atlético desatado y ves el derbi en el Bernabeu en una grada llena de vikingos. Pero bueno, este primer partido ha sido sólo una batalla y la guerra es larga. No obstante, yo sigo con las ilusiones intactas y con la fe de todos los principios de temporada. Pero quiero quedarme con lo más bonito de la primera jornada de Liga. Y, ¿acaso hay algo más bonito que te llame un amigo dos horas antes de un real madrid – atleti y te diga que si quieres ir con él al estadio? De las cosas más bonitas que han hecho por mi en la vida, jajaja. Gracias Borjita (y lo siento por poner en peligro tu integridad).