lunes, 27 de agosto de 2007

Barreras psicológicas

Pues sí que va a ser verdad que, como me dijeron recientemente, uno de mis mayores defectos es la pereza. Ha sido precisamente por la pereza por lo que no he actualizado antes. Más de mes y medio sin escribir nada por aquí. Bastantes cosas han pasado desde entonces. Lo más destacado, sin duda: Malta.


Me traje muchos recuerdos de esa isla tan pequeña, donde hubo momentos para todo: aventuras, excursiones, idiomas, risas, algún bajón (pero poquitos), momentos surrealistas, gente genial y, sobretodo, mucha mucha fiesta cada noche. Aviso para los padres: nunca mandéis a vuestros hijos a Malta, aquello es un desmadre. Y si lo hacéis, vuestros hijos os lo agradecerán eternamente (por la misma razón).

Los de la foto pequeña son Ezio y Namig, o lo que es lo mismo,
el italiano y el ruso que compartían habitación conmigo en Malta:
dos fenómenos. Los de abajo son parte de la plantilla del Chelsea Maltes CF,
el mejor club que ha habido por aquellas tierras.

Si algo me ha impulsado actualizar de una puñet*** vez es la barrera psicológica de la que habla el título del post. ¿Qué barrera? Pues resulta que justo hoy falta exactamente un mes para que parta para Italia, y sólo con billete de vuelta. Es una tontería porque hoy tan sólo falta un día menos que ayer para irme, pero ya no falta un mes y pico, ahora sólo falta un mes. Y ya es definitivo, ya están comprados los billetes: el jueves 27 de septiembre a primera hora de la mañana os dejo a todos.
Pero para jugar ese partido todavía queda un mes. Como nos decía nuestro mister en Malta, en lo único que hay que pensar es en la próxima jornada. Y la próxima jornada se empieza a jugar este viernes con una visita relámpago a Perugia con el fin de encontrar el piso más bonito de toda la ciudad. Si todo sale bien, la próxima semana ya podré escribir por aquí mi dirección en Italia para próximo año y a ver si puedo colgar alguna foto.

Y sí, ya empezó la Liga. Ha sido una primera jornada dura. Sobre todo si eres un atlético desatado y ves el derbi en el Bernabeu en una grada llena de vikingos. Pero bueno, este primer partido ha sido sólo una batalla y la guerra es larga. No obstante, yo sigo con las ilusiones intactas y con la fe de todos los principios de temporada. Pero quiero quedarme con lo más bonito de la primera jornada de Liga. Y, ¿acaso hay algo más bonito que te llame un amigo dos horas antes de un real madrid – atleti y te diga que si quieres ir con él al estadio? De las cosas más bonitas que han hecho por mi en la vida, jajaja. Gracias Borjita (y lo siento por poner en peligro tu integridad).

Hay que reconocer, vikingos, que tenéis un campo acojonante. El día que aprendáis a animar a vuestro equipo lo mismo conseguís que el ambiente se parezca mínimamente al que se vive en el Calderón cada domingo. Sin mala intención, haya paz.